EL MICROCUENTO O MICRORRELATO
La tarea del microrrelato es dar espacio a la prosa para hacer lo que normalmente hace la poesía: condensar en un número mínimo de palabras una multitud de significados y la diferencia fundamental entre los dos géneros reside en que el primero no se somete a esquemas rígidos impuestos por el ritmo y la métrica, con lo cual la inmediatez se sale del ámbito de la lectura, para abarcar el de la escritura: un microcuento se redacta casi con la misma rapidez con la que se lee. En esto reside también el que el microrrelato no coincida con el aforismo, sino, a veces, en su brevedad: la única finalidad del primero es referir un suceso, el segundo pretende alcanzar el rango de la sentencia, de la máxima con aparente intento moralizador.
Podríamos concluir que estamos ante un género que rechaza toda norma, excepto una, que por ser la única reconocida conquista aquí el grado de dogma: la instantaneidad. Contar algo en un segundo, en una mirada, en un soplo, ésta es la tarea propia del microrrelato. Se trata de un texto que, como impone la prisa del mundo global y cambiante del siglo XXI, se abre al lector robándole tan sólo un instante. Es el poder supremo de la sencillez de la palabra.
Marina Bianchi
Universidad de Bergamo
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